Escupido desde la órbita baja por los orificios de las naves de la flota enjambre, el Tyrannocyte cruza como una exhalación los torturados cielos del planeta objetivo hasta estrellarse contra su superficie. El impacto causa que su vientre se parta, liberando a la hueste de Tyranids que llevaba en su interior.

Este kit de plástico de 124 piezas permite montar un Tyrannocyte. Su caparazón acorazado puede montarse cerrado sobre el cuerpo o abierto para hacer las veces de freno y permitir al Tyrannocyte maniobrar durante su descenso al planeta. va armado con cinco escupemuertes que